En la década de 1740, la ciudad de San Phelipe y Santiago de Montevideo fue fundada bajo circunstancias forzadas debido a la presión portuguesa. Originalmente, se creó para controlar el margen oriental del Río de la Plata y detener el avance portugués, compitiendo con la ciudad de Santa María del Buen Ayre. A lo largo de los años, Montevideo creció como un excelente puerto natural y se convirtió en un importante centro de comercio marítimo, aunque no disfrutó de los mismos privilegios fiscales que Santa María del Buen Ayre, lo que generó tensiones entre ambas ciudades.
La ciudad de Montevideo se caracterizaba por su sencillez y austeridad. La mayoría de las casas eran simples, de una sola planta, construidas con piedra debido a su abundancia en la zona. La vida de los habitantes se centraba en la ciudad, rodeada por un lado del mar y por el otro de tierras agrestes dominadas por los Charrúas. La prosperidad llegó gracias a la ganadería y la producción ganadera abundante.
El artículo también relata el naufragio del navío «Nuestra Señora de la Luz» en 1752, que llevaba un valioso cargamento. El naufragio y el posterior descubrimiento de su contenido, incluyendo monedas de oro y plata, plantean misterios y desafíos en la historia de Montevideo. Este evento dejó un legado de riqueza sumergida en las aguas del Río de la Plata.
En resumen, Montevideo tuvo un origen forzado y compitió con Santa María del Buen Ayre en una región rica en recursos naturales, como la ganadería y el comercio marítimo. La ciudad se destacó por su vida tranquila y serena, pero también enfrentó desafíos y misterios, como el naufragio del navío «Nuestra Señora de la Luz» y el cargamento sumergido.
