Luego de algunos años de la publicación de mis trabajos relacionados con el tema (1 y 2), en los cuales logramos dilucidar el verdadero origen de estas enigmáticas piezas, presentadas por primera vez en 1919, por el erudito numismático José Toribio Medina en sus Monedas Obsidionales (3), he logrado reunir más antecedentes que ameritan este nuevo estudio. Éste complementa lo analizado en los trabajos anteriormente citados. Es importante mencionar que he sido citado en el principal catálogo de monedas Argentinas, en la sección Araucanía y Patagonia (4).

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